30.10.98

Reflexiones de un Viajero

Fueron 6 meses de viaje (180 días de vuelta al Mundo), 30 países, más de 50 ciudades, 3 océanos, 4 continentes, 15.000 Km. en Europa, 1.500 fotos. Cambio de hemisferio, cruce de la línea del Ecuador, viaje al norte hasta Noruega, un invierno pasado por alto. Desde McDonald’s a las cremaciones en India y Nepal, de los canales de Venecia a los millones de chinos, del río Nilo al muro de Berlín.

Me he dado varios gustos: CDs de música del Mundo, Gilberto Gil en Turquía, cervezas de todo el planeta, hoteles 5 estrellas, moteles de pocas monedas, campamentos de montaña, 10 budas a 1 dólar, pañuelos de seda, artesanías en jade, remeras y relojes.

Pero algo que se rescata del viaje es el saber que uno no va a perder jamás la capacidad de asombro, ya que en cada rinconcito del Mundo (y también del Uruguay) existe algo nuevo, algo raro, algo misterioso, algo bello, algo irrepetible, algo inimaginable. En cada lugar que he estado se nos han llenado los sentidos: parques hermosos, cascadas increíbles, comidas distintas, músicas nuevas, bosques y montañas llenas de verde.

Cada lugar tiene su toque particular, tiene su forma de ser, su originalidad, sus hermosuras, y muchas veces sus horrores. Así que a la clásica pregunta: "¿qué te gustó más?" no hay respuesta que realmente sea justa. Cómo decir que Praga, Bergeim o Venecia son los "pueblitos" más bonitos y acogedores, o si el color turquesa de los ríos en las montañas de Interlaken en Suiza es de no creer. Cómo animarse a decir que la prolija urbanización, orden y solidaridad de los países nórdicos (Suecia sobre todo), alemanes y belgas es más destacable que la alegría de italianos y españoles. Cómo podría hacer para dedicarle más tiempo a lo sorprendente que son los norteamericanos o los nepalíes, pasando por alto el hambre de la India, las contradicciones de China o el sorprendente éxito económico de Singapur y Hong Kong. No puedo hablar de las magníficas playas de Hawaii si estuve además en las de Thailandia, Grecia, España y Francia. En serio que es difícil decidir si la cultura que encuentra en París, puede superar a la que nace en cada pedacito de tierra de Egipto o de cada calle de Hungría o Austria.

Si me preguntan donde iría a vivir, la respuesta es obvia: Uruguay, paisito lindo, con mi gente, con el río ancho como mar, con las playas, con los montes, con los problemas que nos quedan por superar, y las muchas cosas por cambiar. Pero es cierto que Inglaterra es confortable, que lo que queda del socialismo sueco te puede ayudar, que Brujas es para enamorarse, que Nepal es un sueño, y que los españoles y tanos nos hacen sentir como en casa.

El viaje es un quiebre, un cambio (tremendo) en la vida, que significa quemar una etapa para encender otra(s). Vuelvo lleno de ganas, con ánimo y con nuevas experiencias de vida. "Tolerancia" es la palabra que más ha resonado en las cabezas de quienes viajamos. "Cambio" es lo que surge del alma de algunos al ver el Mundo, al reconocer carencias y virtudes en nuestro planeta. "Amor" es lo que se planta en el corazón como la gran bandera.

Esto es el viaje. Mucho más que miles de dólares en vuelos, alojamiento, paseos y transportes. Muchísimo más que souvenirs, recuerdos y regalos. Más aún que los lugares. La "gente" es lo que se destaca. La distancia también nos ayuda a no vernos tan "tercer mundistas" ni tan "solidarios y macanudos" como nos creemos.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Tremendo viaje amigo mio, eso se da una vez en la vida, yo tambien he viajado mucho, y durante mucho tiempo pero fue trabajando, y el asunto era un poco diferente, pero me he quedado con ganas de coger mochila y largar una temporadita, pero los años no perdonan y uno se acostrumba a la monotonia y el buen vivir, y eso es imocmpatible con el viajar, unicamente teniendo muchos millones de Euros.
Un Abrazo
Tiotaum

Gabriel Budiño dijo...

Gracias por tu visita Tio Taum!

Ya que tu blog se subtitula: "De todo un poco", quedás invitado a ver mi otro blog: D Todo 1 Poco UY.

Un abrazo desde la capital mas austral del planeta.

PNI - Negocios Inmobiliarios dijo...

Vicky es mi nombre y soy la mamá de esos viajeros que parten el 28 de febrero próximo desde Montevideo, Uruguay rumbo al mundo subidos en una Mehari. Lei tus comentarios los que comparto en su totalidad. Hoy con ya 50 años te cuento que hace 15 también agarre una mochila e hice un viaje inolvidable junto a mi hermano 9 años menor, Europa, Grecia y Repca _Checa. Desde entonces segui viajando un poco más cerca pero acercándome a la gente, conociendo sus costumbres, reconfortándome con la naturaleza que como bien dices no deja de sorprendernos. En definitiva todos los seres humanos deberiamos pensar más en ese nuestro mundo, cuidarlo y protegerlo para que todos podamos enriquecernos espiritualmente con él. Saludos Vicky

jlg dijo...

Hola Gabriel
Leo que en tu viaje pasaste por Singapur,,,,
Yo tengo un blog sobre Singapur y quisera pedirte si tienes tiempo que me escribieras unas líneas sobre tu experiencia allá...(si tienes fotos,puedes incluirlas)
puedes escribirme a juanlu68@yahoo.com
Gracias y Saludos

Anónimo dijo...

se ve q sos el 1 y flor de vivo por las cosas q hiciste...anda a cagar egocentrista

Gabriel Budiño dijo...

Lamentable lo tuyo:

No entendiste el objetivo del blog,
Sos grosero, y
Cobarde al firmar an�nimo

Anónimo dijo...

Reflexión de Germán (GV2008):

Luego de dos lluviosos días en Barcelona, el 24 de setiembre llegamos a la ciudad de Valencia.
...
Al entrar al hostel, lo primero que me llamó la atención fueron algunas frases escritas en una de las paredes de la recepción, casi todas ellas relativas a los viajes y lo que significa viajar. De todas ellas una me quedó grabada hasta el día de hoy, y es con la que me gustaría comenzar este último mail desde tierras lejanas: “las personas no hacen los viajes, los viajes hacen a las personas”.

Parece inevitable que uno se ponga un poco filosófico al llegar al término del viaje de su vida, ya que es aquí cuando se comienza a hacer el balance de todo lo vivido. Casi por inercia uno empieza a sacar conclusiones en todo momento, y las mezcla con un estado de ánimo a mitad de camino entre la felicidad y la melancolía. Felicidad porque creo que uno debe estar agradecido con la oportunidad que la vida le dio de poder vivir este tipo de experiencias; melancolía porque uno de los mayores proyectos que uno se propuso jamás está por llegar a su fin.

De este viaje me llevo muchas cosas y creo que todas son buenas. En lo cultural, de más está decir que nunca vi tantas cosas juntas. Desde la Gran Muralla China hasta las pirámides de Egipto; desde el museo de la Segunda Guerra en Hiroshima hasta el museo de la Segunda Guerra en Moscú; desde las pagodas chinas a la Basílica de San Pedro; desde el Coliseo romano al Sydney Opera House.

Pero más allá de esto, creo que la ganancia más importante en términos culturales no se debe a lo anterior, sino a las diferentes realidades que uno observa durante el viaje. Asi es que uno pasa del orden japonés al desorden indio; del mar de motos en Ho Chi Minh (Vietnam) al mar de autos en París; desde el calor húmedo de Camboya al frío seco de Noruega; desde la oscuridad de las calles de Katmandu por falta de electricidad a las decenas de pantallas gigantes del Times Square de Nueva York.

Y conjuntamente con lo cultural, algo tan importante como eso (y que muchas veces enseña más) es la experiencia humana que brinda el viaje. Uno, que dos por tres es medio mal llevado en la vida cotidiana (mi familia y mi novia saben de que hablo, jeje…) aprende de golpe a vivir en manada, a hacer por todos y pensar para todos. Y créanme que de todas las discusiones que tiene durante el viaje, a la hora del balance uno siempre se queda con lo bueno, y los compañeros del grupo de viaje más cercanos pasan a ser rápidamente cómplices de un viaje único.

Del viaje me llevo muchos amigos. Por un lado, los amigos de siempre que se vuelven más amigos que nunca: los compañeros de La Mesa, las “solteronas” (jeje…), la banda de Lalicia y todos los que (felizmente) estuvieron alrededor mío desde que este viaje comenzó a tomar forma allá por agosto de 2006. Por otro lado, los nuevos amigos que me dio esta experiencia (y este es otro de los motivos por los cuales hay que agradecer la oportunidad de hacer este viaje): los “canarios”, las “vecinas” y tantos otros. Y finalmente, mi mejor amiga, Ani, con la que compartí tantas cosas buenas y buenísimas.

Por último, antes de despedirme me gustaría agradecer profundamente a todos los que de una forma u otra hicieron posible este viaje maravilloso.

Unknown dijo...

Hola, después de visitar tu página web debo felicitarte por esta y el excelente contenido que tienes.Me gustaria saber si existiria la posiblidad de enviarte un articulo 100% original, pasado por copyscape, corregido y editado profesionalmente para que puedas publicar en la seccion y dentro de este un link dado que poseo una pagina de esta tematica, y a cambio si gustas podria publicar un articulo en mi pagina tambien, si es posible me encantaria que me envies un email y podramos hablar mas al detalle del tema... saludos.Espero tu respuesta.Elizabeth

Gabriel Budiño dijo...

Gracias Carmelina por la visita, y con gusto charlamos al respecto, pero no tengo tu correo electrónico.

Por favor escribime por email.

saludos,
gb