23.7.98

Yeah! Yeah! Yeah! (INGLATERRA)

Londres - Inglaterra, 19/07/98

El último vuelo por un tiempo, nos trajo desde Atenas a Londres, dejamos en el pasado a los guías y a las playas. Es tiempo de recorrer ciudades a nuestro ritmo y siguiendo un itinerario propio.

Llegamos a Londres por la noche, y nos pusimos a buscar donde dormir. No fue fácil, y después de varias horas llamando a albergues, hoteles y moteles, terminamos consiguiendo un lugar en un hotel Travelodge, bastante lejos del centro y muy caro para nuestros presupuestos.

Para llegar al hotel, tuvimos que tomar un tren con todo el equipaje a cuestas, en plena noche londinense. Nos dijeron que era la primera estación, pero cuando el tren se detuvo por primera vez no se veía plataforma alguna sino las vías. Discutimos un rato si tirarnos o no, y finalmente nos quedamos hasta la próxima parada, donde nos bajamos y descubrimos que no era ese nuestro destino.

Nos tomamos el tren en el otro sentido (sin pagar de nuevo) y viajamos muy atentos para no pasarnos. El tren se detuvo y otra vez estábamos en plena vía. Abrimos la puerta, y empezamos de nuevo la discusión de tirarnos o no, cuando una inspectora nos gritó desde otro vagón que cerráramos la puerta. Luego la puerta se volvió a abrir con el tren en movimiento, y los gritos de la mujer “close the door” se convirtieron en un emblema de nuestro viaje.

Finalmente logramos bajarnos en la estación correcta y caminar cargando las valijas, por varias cuadras hasta llegar al hotel, que por suerte era una belleza. De todas maneras como era caro, al otro día salimos a buscar un nuevo lugar donde quedarnos, y terminamos en el The Cromwell Crown. Un típico edificio londinense, con un sótano, donde yo y mis seis compañeros de viaje nos amontonamos en cuchetas para dormir unos días.

El transito ágil y paciente, semáforos respetados, luces en las cebras, botones peatonales para pedir paso que funcionan, ni una calle es derecha y cada dos esquinas hay una rotonda. Todos circulan con prolijidad inglesa.

Todo esta filmado, hay cámaras vigilando por todos lados. Todavía están discutiendo si habilitan o no el porte de armas a la policía. La Oxford Street fue la primer calle en el Mundo en ser filmada para vigilancia.

No se puede creer a las 23, tocan una campana, la de la ultima copa y prenden las luces de los boliches. A las 17 cierra todo lo que abrió a las 9. Comprar algo después de esa hora es casi imposible, todo cerrado (los comercios de los pakistaníes es lo que se mantiene abierto hasta las 23). Los "24 horas" parecen no haber llegado aún a Londres.

El Museo Británico, es un buen resumen de todo el viaje. La entrada es gratis, quizás para alivianar las culpas por todo lo que el imperio robó en el Mundo. Se puede ver la piedra de roseta (en Egipto solo hay una copia, pues al parecer los ingleses la tomaron como tesoro de la guerra contra Napoleón, que la tenia empaquetada para llevarla a Francia).

De los lugares en Londres no haré una reseña, pues son más que conocidos, así que solo les contaré sobre el Cambio de Guardia en el Buckingham Palace. Entre los que ahí estuvimos se generó una polémica sobre si era algo digno de ver o solo un evento de marketing, y nos pasamos un buen rato discutiendo si era desilusionante o decepcionante. Estaba todo muy armado para el turismo, y a mi gusto eso lo convierte en algo circense, incluso la banda toca música de los Beatles solo para fomentar el turismo.

Más adelante en el viaje nos volveríamos a encontrar con muchos más cambios de guardia, pero sin lugar a dudas este es el más llamativo y con mayor público. Son cientos las personas que diariamente se agrupan para ver el show.

Liverpool - Inglaterra, 23/07/98

Como placer personal me di el gusto de viajar en tren a Liverpool, y recorrer algunos lugares de la ciudad que vio nacer a The Beatles.

Compré un libro con un recorrido por la ciudad (Rob Jones "The Beatles' Liverpool: The Complete Guide"), y salí a recorrer el hospital donde nació John Lennon, el Liverpool College of Art donde surgió la banda, la Catedral Anglicana que rechazó a Paul McCartney en 1953 por tener mala voz, el histórico Jacaranda Club, la estatua de Eleanor Rigby, el puerto (The Pier Head y Albert Dock), y en Mathew Street el clásico "The Cavern".

Quedó para la próxima, la visita de Penny Lane y Strawberry Fields (al sur de Liverpool), y las calles con los nombres de los Beatles (al norte), entre otros lugares históricos.

"There are places I remember All my life, though some have changed Some forever not for better Some have gone and some remain All these places had their moments With lovers and friends I still can recall Some are dead and some are living In my life I've loved them all" - In my life (Lennon & McCartney).

1 comentario:

Gabriel Budiño dijo...

Si sos greek, aquí hay cosas específicas para ver de tecnología y otras yerbas.