29.8.98

Noches de Jazz y Blues (REP CHECA)

Praga - Rep. Checa, 29/08/98

Un largo viaje en tren desde Paris, para volver a Praga.

Después de tantos meses de viaje, se siente extraño llegar a un lugar "conocido". Por suerte me tocó repetir una ciudad de la cual me fue fácil enamorarme, así que me dediqué a disfrutar, en lugar de simplemente hacer turismo.

La espera frente a la embajada uruguaya en Praga (cerrada por ser fin de semana) fue bastante larga, pues mis nuevos compañeros se demoraron en llegar. Mientras esperaba almorcé en un restaurante local (U Voja Cku). Rico pescado, y como había escrito antes, muy barato para lo que son los precios europeos.

Con este nuevo grupo los alojamientos fueron más económicos, apostando básicamente a camping donde a veces acampábamos y otras veces usábamos cabañas. En Praga la opción fue la de unas cómodas cabañas en el Autocamp Trojska (Trojska 375/157).

Una vez instalados, mientras los compañeros hacían los recorridos turísticos (que yo ya había hecho) me dediqué a visitar nuevamente mis dos lugares favoritos de la ciudad: El Castillo de Praga (en cuya torre había un condenado a muerte que extendió su vida tocando el violín, ya que era tan bueno que la gente prefería escuchar su música antes que lo mataran), la Iglesia Gótica (con sus torres de 58 metros de alto) y el Puente sobre el río Moldava del año 1357 (con la música de la banda de jazz del puente, de la cual me traje un CD).

Por la noche pudimos disfrutar un poco de música. En dos noches diferentes fuimos a dos lugares bien distintos: por un lado al tradicional Reduta Jazz Club (fundado en 1958 y que se cuenta como uno de los primeros de Europa) donde tocaron grandes del jazz y algunos otros famosos como Bill Clinton en el saxo. Allí pagando una entrada nada cara (3,75 dólares) vimos una banda local llamada "El ojo del huracán".

La otra experiencia musical fue en un pub más pequeño (U Malého Glena), donde tocaba "Stan The Man" Bohemian Blues Band presentando su disco: "Liquor, Love & Lies". Realmente muy buenos. Los dos primeros temas dejaban lucirse al guitarrista con muy prolijos solos, pero luego ocupó su rol fijo de bajista y su titular fue aún mejor. Los músicos iban rotando desde las mesas del público, alternando bateros, guitarristas y pianistas al mejor estilo jam session.

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